Por María Fernanda Ramos
Este 2024 se cumplieron cien años del nacimiento de Abe Kimifusa, mejor conocido como Kôbô Abe, autor nacido en Tokio, Japón, el 7 de marzo de 1924.
Estudiante de medicina en Tokio, nunca ejerció dicha profesión. En su lugar, decidió convertirse en escritor, decantándose por la dramaturgia. El estudio de la imagen le pareció fundamental, y a través de ella podemos comprender su gusto por otras disciplinas artísticas como la fotografía y el cine.
En la industria del cine nipón, participó como guionista en las adaptaciones de algunas de sus obras. Su interés por las vanguardias, interés compartido con el director cinematográfico Hiroshi Teshigahara, desembocó en La mujer de la arena (1964), película que ganó un premio en el Festival de Cannes y una nominación en los Premios Óscar; El rostro ajeno (1966), El hombre sin mapa (1968) y La trampa (1962). En 1951 ganó el Premio Akutagawa, el galardón literario más importante de Japón, por su obra La pared o El crimen del señor Koruma.
En el periodo de posguerra, autores como Osamu Dazai o Yukio Mishima se apartaron del costumbrismo japonés, interesados en retratar el ambiente de un mundo sacudido por la destrucción. Kôbô Abe también planteó una crisis de identidad en sus personajes, pero lo interesante de su propuesta es la experimentación, por eso somos testigos de cruces que van desde la ciencia ficción hasta el terror y el surrealismo. En El rostro ajeno (2007), por ejemplo, utiliza la incomodidad y el asco como temas que retratan la deformidad, lo monstruoso:
En cuanto terminé de desliarme las vendas, hizo su aparición por mi rostro un enjambre serpenteante de sanguijuelas… Se entrecruzaban, mezclando tonalidades rojizas y negras para formar una hinchazón queloidea. (…) ¡Qué cosa más horrible de ver!
Además, algunos de sus protagonistas parecen estar en un encierro de culpa permanente, del que no pueden escapar por una condición de autodesprecio. En algunos cuentos de la antología Los cuentos siniestros (2011), Abe opta por identificar a sus personajes solamente con una letra, como si fuese insignificante ser nombrado. El concepto de identidad en Kôbô Abe también funciona como un mecanismo creativo que dialoga directamente con las preocupaciones de autores como Fiódor Dostoyevski, Franz Kafka, Albert Camus e, incluso, Gabriel García Márquez. Porque, en palabras de Abe: “el planteamiento principal de García Márquez consiste en describir tanto la transformación de las relaciones humanas como las consecuencias implicadas en el proceso de desintegración de la comunidad tradicional.”
En sus historias es común que la filosofía y la ciencia estén presentes para transitar lugares alienados, en los que ya no se reconoce la propia existencia porque el mundo aparece como una farsa. Abe traslada esto a través de escenarios sofocantes, absurdos y oníricos. De hecho, el tokiota también visita territorios violentos que resultan perturbadores por haber sido creados desde una colectividad organizada, como sucede en la novela La mujer de la arena. Lo atractivo de esta obra es cómo se conjuga la ciencia con la claustrofobia; la complicidad con la supervivencia en un ambiente insoportable:
Ante las paredes de arena que lo rodeaban como para estrangularlo, volvía el recuerdo miserable de su fracaso al querer treparlas. No cabía otra cosa que dar tumbos, manotazos. Una sensación de impotencia lo paralizaba… esto era un mundo aparte, carcomido por la arena, en donde no contaban las convenciones cotidianas.
Así, es posible encontrar un sinfín de ironías y discursos paradójicos dentro de la literatura de Kôbô Abe, donde lo grotesco atraviesa una cotidianidad dictada por lo extraño. Recordarlo como un escritor multifacético no solo nos permite reconocer un imaginario siniestro desde cuestiones existenciales, sino que nos hace comprender que sus líneas funcionan como pesadilla vigente: una pesadilla que sobrevive en la herencia de un escritor que hace cien años entró a un mundo confuso, para compartirnos desde ahí su mirada.
Abe, K. La mujer de la arena. (1998). Siruela.
Abe K. El rostro ajeno. (2007). Siruela.
Zambrano, G. (noviembre 2008). García Márquez, según Kobo Abe. Kobo Abe, lector de García Márquez. Quimera: Revista de literatura, (300), 41-45.