Alfonso Reyes, además de ensayista, dramaturgo, poeta y diplomático, fue un gran admirador del cine, testigo de la revelación de un arte nuevo. Durante sus primeros años de exilio en España publicó, bajo el seudónimo de Fósforo, junto con Martín Luis Guzmán, en El Imparcial, periódico dirigido por Ortega y Gasset, los primeros artículos de crítica cinematográfica en lengua española.

 

La Capilla Alfonsina Biblioteca Universitaria, por medio de su cineclub, busca despertar en la comunidad universitaria la misma fascinación que Reyes encontró frente a la pantalla como espectador de un arte y una industria en ciernes.

 

El cineclub tiene como propósito acercar a los estudiantes de la Universidad Autónoma de Nuevo León y al público en general obras de los grandes maestros del cine, así como proponer una alternativa a los recintos de cine comercial, poniendo a debate las nuevas tendencias de la producción fílmica.