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Literatura policiaca tradicional versus literatura policiaca del género negro

 

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Literatura policiaca tradicional versus literatura policiaca del género negro

 

Por José Luis Martínez Canizález

 

La novela policiaca hace su aparición en 1841, en la ciudad de Nueva York, con Los crímenes de la calle Morgue de Edgar Allan Poe. Esa fecha es también el nacimiento del investigador Auguste Dupin, prototipo del detective intelectual, el cual resolverá los casos única y exclusivamente con el uso de la razón. En la novela policiaca clásica, también llamada de enigma, problema o de cuarto cerrado, hay una lucha entre el bien y el mal, entre el héroe y el criminal. El espectador-lector, junto con el autor, trata de resolver el crimen y encontrar al asesino. Las cuestiones sociales no existen, solamente las habilidades racionales del detective para descubrir a la persona que cometió el crimen y la forma en como lo llevó a cabo. En el caso de Los crímenes de la calle Morgue se ha cometido un asesinato en un cuarto cuyas puertas y ventanas se encuentra cerradas por dentro. El detective, haciendo gala de todo su poder deductivo, tiene que resolver el enigma.

La novela se centra, entonces, en la cuestión del “quién” y el “cómo” se realizó el hecho criminal. La narración es preferentemente lineal, correspondiente al seguimiento cronológico de los acontecimientos y adecuada al proceso lógico que la deducción del autor-personaje-lector exigirá para que las conclusiones del silogismo cumplan con las premisas. Posteriormente en Inglaterra aparecerá Arthur Conan Doyle, quien creará al detective más famoso de la novela policiaca clásica: Sherlock Holmes. También en Inglaterra tenemos a la escritora Ágatha Christie, creadora del célebre detective belga Hércules Poirot, quien aparecerá por primera vez en la novela El misterioso caso de Styles, en 1920.

La novela negra tiene sus orígenes en Estados Unidos, durante la época de la gran crisis económica (1929). Son Dashiell Hammett y Raymond Chandler dos de los autores más representativos de esta tendencia. A estos autores ya no les interesa tanto la función lúdica, sino la descripción de los hechos a través del lenguaje. La novela negra pone al descubierto la corrupción en la policía y la sociedad norteamericana de esa época. Estos autores reflejan a través de su literatura problemas como el desempleo, la corrupción, las huelgas, etcétera. Los inicios del género negro debemos buscarlos en las novelas de Dashiell Hammett, a quien se le considera el iniciador de este modelo narrativo. La novela Cosecha roja (1929) presenta las características que van a hacer popular al género. Antes de publicar esta novela, Dashiell Hammett realizaba colaboraciones en la revista Black Mask, fundada en 1920 por el periodista H. L. Mencken. En ella se publicaban historias de aventuras, de detectives, del oeste, romances y se imprimía en un papel muy corriente (Pulp), por lo que costaba muy barato y era asequible para los trabajadores.  Al principio, los relatos policiacos no se diferenciaban de las novelas de enigma, hasta que en 1923 se publica un relato de Carroll John Daly, donde se presenta ya el estereotipo del detective duro que más adelante popularizarán Dashiell Hammett y Raymond Chandler. En Black Mask publicaron, además, Carroll John Daly, Ross McDonald, Chester Himes, Cornell Woolrich y Jim Thompson, entre otros, y su literatura se identificará como el «hard-boiled»,[1] el cual presenta las siguientes características: narración en primera persona, lenguaje duro, uso del lenguaje de la calle, el detective es un profesional de carácter rudo, que no teme usar la violencia si llega el caso. (Bartual Moreno, 2007).

En la novela negra el criminal ya no tiene que ser un individuo malvado, ávido de dinero, venganza o poder, sino que puede ser cualquier persona de la ciudad, una ciudad que ha despersonalizado al ser humano, donde la violencia cotidiana está presente en la inseguridad de las calles, en la falta de empleo, en la lucha por la supervivencia. La novela negra nace, pues, marcada por las grandes contradicciones sociales, producto de la crisis económica de esos años.

La novela negra o género negro debe su nombre a la colección de literatura policiaca que la editorial Gallimard publicó en París en los años 40 del siglo XX con el nombre de «Série Noire» debido al color de sus portadas. En esta colección publicaron muchos de los escritores norteamericanos que cultivaban el «hard-boiled», por lo que se fue popularizando nombrar a la literatura policiaca de esta vertiente como novela negra o del género negro (Giardinelli, 1984).

 

Cuadro comparativo elaborado a partir de los elementos que señala Jaime Castañeda

Novela policiaca clásica Novela del género negro
Un caso «indescifrable», resuelto a través de un procedimiento intelectual, similar a un juego de ajedrez. Se abandonan los escenarios aristocráticos y sofisticados para adentrarse en la ciudad. El interés no gira alrededor de un crimen inexplicable, sino en torno a la violencia cotidiana.
Narraciones lineales. Descripciones breves, impresionistas. Diálogos ágiles, de ritmo cinematográfico.
La persona que investiga es inteligente, culta. Detective rudo y práctico, que no vacila en golpear o en usar su pistola.
Método de trabajo: observación, análisis, deducción. Método de trabajo: salir a la calle, interrogar personas, buscar pistas, vigilar, recopilar pruebas.
Preguntas: a) quién cometió el crimen, b) cómo se llevó a cabo. La pregunta es por qué se cometió el delito.
La violencia en dosis muy reducidas, limitadas casi siempre al crimen que origina la investigación. La violencia es constante y progresiva.

 

Edgar Allan Poe, Arthur Conan Doyle, Gilbert Keith Chesterton, Ágatha Christie. Dashiell Hammett, Raymond Chandler, Mickey Spillane, Ross Macdonald.

 

 

 

 

 

Obra consultada

Bartual Moreno, Roberto. (2007). «La novela policíaca: ficción detectivesca y hardboiled”. El modelo norteamericano como transgresor de la norma inglesa», en revista Despalabro: Ensayos de humanidades, número 1. Pp. 97-107. https://www.academia.edu/277669

 

Número: 1

Castañeda, Jaime. (1988).  «Sobre la novela policiaca». Estudios 12, Pp. 116-127. ITAM. http://estudios.itam.mx/sites/default/files/estudiositammx/files/012/000170448.pdf

Giardinelli, Mempo. (1984). El género negro. México, D.F.: UAM

Hammett, Dashiell. (2002). Cosecha roja. Madrid: Alianza

 

[1] Término que se utiliza para referirse a los relatos donde aparece un detective que presenta un carácter duro, violento.

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