Nació el 6 de julio de 1923 en Masaya, Nicaragua, y murió el 28 de octubre de 1985 en Mérida, Yucatán. Fue ensayista, investigador, filólogo, narrador y poeta. Perteneció, junto con Carlos Martínez Rivas y Ernesto Cardenal, a la llamada Generación de los 40.
Estudió Derecho en la Universidad de Oriente y Mediodía, de Managua y cursó la maestría en Letras Españolas en la FFyL de la UNAM; realizó estudios de doctorado en Letras, especializado en Filología Hispánica, en la Universidad Central de Madrid y estudios de especialización e investigación en El Colegio de México. Formó parte del grupo granadino Vanguardia y fue miembro del Taller de San Lucas, en Nicaragua. Fue catedrático de Morfología, Sintaxis, Estilística y Literatura Iberoamericana en la FFyL e investigador del Centro de Estudios Literarios de la UNAM. Fue embajador de Nicaragua en España y Francia (1980).
Colaboró en las revistas Ábside, Anuario de Letras, Boletín de la Biblioteca Nacional, Boletín de la Comunidad Latinoamericana de Escritores Humanistas, Nueva Revista de Filología Hispánica, Revista Iberoamericana, Suma Bibliográfica, Texto Crítico, Tierra Adentro y Revista de la Universidad de México, entre otras; en el periódico Unomásuno y en los suplementos México en la Cultura y La Cultura en México. Fue editor de los Cuadernos del Taller de San Lucas, en Granada, Nicaragua, (1942-1944); de la primera serie de Los Presentes, en la Ciudad de México, (1950-1953) y tuvo a su cargo la publicación de las Obras completas de Alfonso Reyes, a partir de la muerte de éste, en 1959.
En 1950 obtuvo el Premio Nacional de Poesía Rubén Darío, el segundo premio de poesía en el Certamen Nacional de Cultura de El Salvador en 1957 y el Premio Xavier Villaurrutia 1972 por su trayectoria literaria, entre otras distinciones. Además, fue miembro de la Sociedad de Amigos e Historia de Nicaragua y de la Academia Nicaragüense de la Lengua.
En 1980 fue acreedor al Premio Internacional Alfonso Reyes por la dedicación que Mejía Sánchez ha demostrado hacia la obra del Regiomontano Universal y hacia otras figuras latinoamericanas como Fray Servando Teresa de Mier, Manuel Gutiérrez Nájera, Rubén Darío y José Martí, entre otros, además uno de los jurados, Alí Chumacero, recalcó que “el otorgamiento del premio es, a más de un acto de justicia, el reconocimiento a la labor de quien ha dedicado muchos años de estudiar, a comprender y a editar la gran obra del mayor de nuestros escritores.” (El Porvenir, 5 de noviembre de 1980)