En enero de 2014, durante un chequeo de rutina, Henning Mankell fue diagnosticado con un cáncer de pulmón con metástasis en la nuca. Había ido al hospital pensando que tenía tortícolis, derivada del accidente automovilístico que sufriera unas semanas atrás. Los siguientes meses los dedicaría a escribir Arenas movedizas, libro en el que se aferra a los recuerdos para no ser engullido por la muerte.
La serie policiaca protagonizada por el inspector Kurt Wallander le permitió documentar los cambios, problemas y retos de la Europa contemporánea: la integración política y monetaria, la inmigración, la violencia de género, los prejuicios raciales.
Esta mañana, a la edad de 67 años, el escritor sueco murió en la ciudad de Gotemburgo, dejando tras de sí cerca de cuarenta títulos, entre los que destacan La falsa pista, La quinta mujer, Asesinos sin rostro y Huesos en el jardín.